viernes, 19 de diciembre de 2014

Natural vs Artiicial o, ¡Eso es Química!

 
Desde que Demócrito más o menos por el año 400 adc enunció su Teoría atómica hasta la actualidad, ha pasado mucho tiempo y el pensamiento científico ha evolucionado mucho en su forma de entender la estructura más íntima de la materia. No obstante, si uno dedica un poco de tiempo a fijarse en los comentarios a pie de calle (o incluso y más triste, de aula), la teoría atómica y sus implicaciones continúan siendo a nivel práctico “esa gran desconocida”.

  Afirmaciones tan comunes como: “la mejor vitamina c es la de la naranja”; “este es un vino magnífico, no tiene conservantes”, “no incorporamos ningún componente que no sea natural”, "la mejor medicina es la natural",  etc… dan una idea de que la estructura de la materia no es, sin duda, una de esas partes de la física con  glamour (si es que hay alguna).

   Si ahondamos más y pasamos de la simple Teoría atómica a la mecánica cuántica, los problemas de entendimiento se acrecientan y, basándose en ese desconocimiento popular aparecen los “sanadores cuánticos”, las “técnicas de control mental” " las aguas con bioinformación cuántica", "la memoría del agua" y todo ese tipo de chorradas pseudocientíficas adornadas con palabras adecuadas para que la cosa suene lo más profunda y complicada posible, y sólo esté al alcance de ciertos gurús que, a cambio de dinero acercarán las mieles del conocimiento cuántico a nuestros pobrecitos cerebros.

   Analicemos primero esa arraigada impresión de que lo natural es mejor, resumida en esa frase tan usada para denostar algún producto:

 -¡Eso es química!-.


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 Afortunadamente para nosotros la química se ha incorporado a nuestra vida a todos los niveles y gracias a ella disfrutamos de muchos de los productos que hoy en día nos parecen imprescindibles. Por otra parte, si analizamos detenidamente lo que la teoría atómica clásica nos dice, llegaremos a entender que:

  • La materia está constituida por partículas muy pequeñas llamadas átomos que sólo se van a diferenciar en el número de protones (de carga positiva), electrones (de carga negativa) y neutrones (sin carga) que la forman. Salvando las partículas subatómicas más pequeñas, podríamos decir que los ladrillos más pequeños que usa el Universo para construir toda la materia que conocemos son los electrones, protones y neutrones.
Molécula de agua
  • Cada sustancia está formada por partículas (átomos) en las que el numero de electrones y protones es el mismo, lo que mantiene la neutralidad eléctrica y que tienen un número determinado de neutrones que puede variar ligeramente (por ejemplo el Carbono tiene 6 electrones, 6 protones y entre 6 y 8 neutrones) , que da lugar a los isótopos (átomos del mismo elemento que tienen una masa ligeramente distinta), de los cuales algunos son estables y otros (radiactivos) son inestables y acaban degradándose emitiendo energía en el proceso.

·         De lo anterior se deduce que la única diferencia entre dos elementos químicos va a ser el número de partículas de cada clase que lo formen y estas partículas, siempre que hablemos de la misma clase, son indistinguibles unas de otras. Si fuese posible ntercambiar nestros electrones con los del suelo ni nosotros ni el suelo notaríamos diferencia alguna.

·         Los átomos (nuestros ladrillos de construcción de la materia) se unen para formar sustancias más complejas, los compuestos, formados por unidades fundamentales denominadas moléculas, que  salvo pequeñas diferencias  estructurales (isómeros) son iguales entre si.

·         Todos los elementos han nacido a partir del Big Bang, primero aparecieron las partículas más sencillas, después el elemento más sencillo (hidrógeno) y a partir de aquí, en el interior de las estrellas, los elementos más complejos, hasta llegar a los más pesados, que se originaron en esos explosivos hornos estelares denominados supernovas, de ahí la frase “somos polvo de estrellas” perfectamente ilustrada por Neil de Grasse Tyson

 
Si realmente hemos entendido lo anterior, es obvio que no hallaremos diferencia alguna entre un compuesto de origen natural y el mismo compuesto sintetizado en un laboratorio, ambos están constituidos por el mismo tipo de partículas. Sirva como ejemplo la estructura química de la vitamina C natural y su homóloga artificial...



  Pero, ¿por qué sólo pones un modelo...?  ¡Oh, Dios mío, pero si son lo mismo!..., en descargo de los defensores a ultranza de la “naturalidad” de los productos diré que yo también prefiero un zumo de naranja a  una píldora de vitamina C, pero los efectos de ambas vitaminas en mi organismo van a ser los mismos.

   Podríamos hablar largo y tendido sobre el tema de “lo natural y lo químico”, pero es un asunto antiguo y ya resuelto por Friedrich Wöhler que descubrió accidentalmente como se podía sintetizar la urea a partir de cianato de amonio en 1828 mostrando que la materia orgánica podía crearse de manera química a partir de materiales inorgánicos, con lo que la Teoría Vitalista que afirmaba que la materia orgánica solo se podía formar a partir de los seres vivos quedó ¿olvidada?...

   Con respecto a la Teoría Cuántica el desaguisado es aún mayor, sus fundamentos son mucho más complejos que los de la Teoría Atómica clásica y el nivel matemático necesario para expresarla  infinitamente más alto y no al alcance del común de los mortales,como dijo Niels Bohr:
 "Aquellos que no quedan disgustados, la primera vez que se inician con la mecánica cuántica,seguramente no la entendieron "
todo ésto hace que sea un campo abonado para que la pseudociencia medre sin control, por otra parte se podría objetar también el poco interés (salvo algunas excepciones) del mundo científico por divulgar de forma sencilla algunas de sus ideas más revolucionarias.

   Podríamos extendernos más y hablar de la resposabilidad que tiene en todo esto el sistema educativo, en el que por cierto con la nueva ley de educación se disminuye la carga horaria de las asignaturas científicas, pero èsto daría para un artículo completo por si solo y de momento no estamos por la labor.

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